Radio Cadena Mi Gente 700AM

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25 DE JUNIO DEL 2008

Por William Osmar Chamagua

RADIO CADENA MI GENTE, AM 700

Hablar de política le causa nauseas y hasta vómito a muchas personas, muy en particular si estas personas son de aquellas que caminan con un halo en sus cabezas y se auto denominan “ser muy cristianas y llenas de religión“. Para estas personas la política es del diablo, y nada tiene que ver con la vida venidera, ni mucho menos con el Reino de Dios, ni mucho menos con sus vidas personales y familiares.

Escribiendo para la revista digital “El Periódico”, Jesús Moreno nos dice: “En muchos ambientes incluso está de moda decir que pasamos de política, o que no hay político bueno . Pero hay que decir con toda claridad que la política en sí es una realidad muy significativa y necesaria aunque muchas veces esté desprestigiada“.

Ahora, creo que todos debemos estar de acuerdo en que la política es un campo que está muy desprestigiado, pero de igual forma lo está el campo del derecho, el campo de la medicina, y por qué no decirlo, tambien está muy desprestigiado el campo de la religión.

Pero todo ese desprestigio que sufren estos campos laborales y espirituales no detienen nuestros sueños de queres ser doctores, o abogados, o pastores, o sacerdotes.

Es decir, que obramos hipócritamente, ya que mientras codenamos a unos campos como el político, toleramos a otros. Si vamos a evitar participar en el campo de la política porque es un campo corrupto, y si en realidad somos honestos, tampoco deberíamos de participar en ninguno de los otros campos de labores ya que en mayor ó en menor medida tambien los otros campos están corruptos, incluyendo el campo de la religión.

Según el Sr. Jesús Moreno, “Desde una perspectiva realmente humana y cristiana, la finalidad principal de la acción política es la consecución del bien común“.

Recuerde, la política es la consecución del bien común; es decir que si en realidad estamos dispuestos a ser obedientes a la palabra de Dios en cuanto a servir y amar a nuestro prójimo, en cuanto a protegerle, y en cuanto a dar nuestra vida por nuestros amigos, como cristianos no tenemos ninguna otra alternativa más que la de participar en la política, tanto secular como religiosa.

Es por esto que todo cristiano verdadero, y mire que no hablo de los hipócritas, ni de los mentirosos, ni de los que vuelan por nuestras ciudades y cantones con sus alitas de ángeles, presumiendo amar a Dios cuando desprecian a sus semejantes, !NO! no hablo de estas pálidas sombras de cristianos, sino más bien hablo de todos aquellos que desean vivir

consecuentemente su fé y practicar la bondad y la misericordia que Dios pide a sus discípulos.

Digo entonces, y esta es mi opinión personal, y aclaro, usted tiene todo el derecho a tomar sus propias decisiones, yo digo que todo cristiano verdadero, que en realidad ame a Dios no tiene ninguna otra alternativa que interesarse en el campo político secular y religioso. Digo religioso porque son los mismos líderes religiosos los que más metidos en la política están dentro de sus propias iglesias.

De hecho, quiera o no usted aceptarlo, todas las realidades de la vida diaria en nuestro El Salvador y en el Mundo tienen una dimensión política, al igual que una dimensión religiosa. Decir todo lo contrario es engañarnos a nosotros mismos, y les recuerdo que la escritura nos dice: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso tambien cosechará”.

El hecho que la iglesia, y que la cristiandad salvadoreña a escogido alejarse de la política secular, y dejarla en las manos de los malos servidores públicos, a traído como resultado la impunidad, la pobreza, la miseria, el desempleo, la malas políticas sociales, y los males sociales que aquejan a nuestro pueblo.

Claro, no todos los cristianos tienen el talento de dedicarse a una carrera política profesional, de la misma forma que no todos nacemos para ser doctores, y no todos nacemos para ser abogados, para el ejemplo.

Eso no nos quita la responsabilidad que todos estamos obligados moralmente a adquirir una mayor conciencia política y una mayor inquietud por los problemas sociales y espirituales de nuestra patria. Creer que llendo a nuestras iglesias y cantando un Amén y un Aleluya nos librará de nuestra responsabilidad de buscar el bienestar común, es creer que que con tan solo arrodillarnos nos caerá el maná del cielo.

Según el Sr. Moreno, "todos los creyentes debemos tener nobleza y dignidad moral del compromiso social y político y las grandes posibilidades que este ofrece para crecer en la fé y en la caridad, en la esperanza y en la fortaleza, en el desprendimiento y en la generosidad" .

Lo que esto significa es que como cristianos no debemos participar en política solamente a la hora de ejercer el voto desde afuera, sino que más bien, como creyentes debemos cambiar las cosas desde adentro hacia afuera.

El Sr. Moreno agrega que "Se trata del amor eficaz a las personas, que se actualiza en la prosecución del bien común de la sociedad (C.V.P. 60,b).

“Ningún cristiano verdadero puede evitar ni negar la política, ya que nuestra misma fé nos pide estar presentes en la vida pública porque es precisamente allí en donde encontramos al hombre concreto con todos sus problemas, y nececidades“.

El mismo Apóstol Mateo, en el capítulo 25 de su evangelio nos dice: "Tuve hambre y me diste de comer". Es obvio que gente como nuestro mismo Presidente, y los miembros de su gobierno lo que menos hacen es leer las sagradas Escrituras; si las leyesen y las pusiesen por obra, el pueblo salvadoreño no sufriría los desmanes que hoy sufre, no tendría hambre, y no estaría desnudo y descalzo ya que la misma palabra de Dios nos ordena y nos manda a que alimentemos a nuestros semejantes.

Querramos o no querramos aceptarlo, absolutamente nada de lo que es parte de nuestra vida humana puede estar ajeno al deber de ser cristiano. En donde se juegue con la dignidad del hombre, allí debe de estar el creyente en Dios, en donde se pisotee y se robe al hombre, allí debe estar el cristiano de verdad, en donde se maltrate al menesteroso, se robe al inocente, se meta a la cárcel al justo, en todos esos lugares el verdadero discípulo de Jesucristo tiene la obligación moral y espiritual de hacerse presente por mandato directo de la palabra de Dios.

Al verlo de esta manera, podemos entonces con facilidad entender que en nuestra Asamblea Legislativa, en nuestras Alcaldías, en nuestro Gobierno Legislativo, en nuestra Corte Suprema de Justicia, y en todos nuestros lugares de gobierno público es en donde se toman las desiciones que afectan para bien o para mal la vida, la dignidad, la libertad, la justicia y la paz de nuestro pueblo. Esto significa que moralmente estamos obligados a no hacernos del “ojo pacho“, y a no tomar la religión como una excusa para dar permiso a la corrupción.

Pero entonces conociendo esto, la pregunta sería: ¿Por qué rehusan los llamados cristianos a participar activamente en la política local y nacional? ¿Será porque creen que Jesús prohíbe la política? ¿O será porque han fallado en darse cuenta que nuestro mismo redentor, Jesús de Nazareth, fué crucificado por enfrentar a los malhechores políticos y religiosos de su tiempo?

De hecho, a la hora de su muerte, allí encima de su linda y bella cabeza, los romanos pusieron una corona de espinas y clavaron en su cruz su causa escrita: “Este es Jesús de Nazareth, Rey de los Judíos”.

Si nos detenemos a examinar este evento, y sus hechos, llegaríamos a la conclusión que si el gran Maestro, Jesús de Nazareth, hubiese sido crucificado en El Salvador, le pondríamos la misma corona de espinas sobre su cabeza, a diferencia que escribiríamos su causa escrita en aquella cruz de esta forma: “ESTE ES JESUS DE NAZARETH, PRESIDENTE DE EL SALVADOR”.

A nuestro maestro, Jesús de Nazareth, lo asesinaron los políticos y los religiosos de la época, ¿Pero por qué? Sencillo, porque le tenían miedo a su poder político y a su poder religioso, creyeron falsamente que les robaría sus puestos de poder humanos, los cuales habían conseguido a base del engaño.

Como iglesia, y como cristianos estamos obligados a poner nuestros talentos al servicio de nuestra sociedad. Querramos o no aceptarlo, como iglesia y como cristianos estamos obligados a comprometernos activamente en la construcción de un mejor país, tanto en el campo de la política como en el campo de la religión.

Es una irresponsabilidad decir que como cristianos la biblia nos prohíbe participar en política; todo lo contrario, estamos moralmente obligados a ejecutar el bien por medio de la política y de la religión. Decir que la política es del diablo, es una hipocrecía ya que el diablo mismo está metido tambien dentro de la misma religión, y por supuesto, religión es lo que más nos sobra.

Hermanos, hermanas, no es la tarea del diablo alimentar a las multitudes, no es la tarea del diablo ejercer la justicia y buscar la paz, no es la tarea del diablo ejecutar las leyes de una forma transparente y justa entre los hombres, no es la tarea del diablo el crear empleos en nuestra nación, no es la tarea del diablo el tratar dignamente a nuestros hermanos, y no es la tarea del diablo el amar al pueblo de Dios, todas estas cosas MI GENTE, son tareas de la verdadera Iglesia de Jesucristo, que es el pueblo de Dios.

Como cristianos y como pueblo estamos obligados moral y espiritualmente a envolvernos en los partidos é instituciones político-administrativas a fin de ayudar y colaborar en conseguir una eficiente organización económica, social y administrativa de la sociedad que esté al servicio de todos los ciudadanos, especialmente de los más necesitados. Esto es lo que Monseñor Romero llamó “LA OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES”.

Es por esto que es un desperdicio que nuestros pastores y sacerdotes pasen toda la vida predicando desde un púlpito, lavándose las manos al estilo Pilato, cuando su verdadero trabajo está en los campos, en los cantones, en los valles, en donde se encuentra la nececidad, en donde se encuentran los oprimidos y los leprosos que han sido carcomidos por el ácido del mal.

La corrupción que el día de hoy existe dentro de nuestro gobierno político y religioso es precisamente por la falta de valores bíblicos reales en los corazones de quienes nos gobiernan.

De hecho la voluntad de Dios es que sus siervos y sus siervas gobiernen las naciones, Pero vea usted la falacia de nuestros pensamientos: ¿Nos atrevemos a decir que no es la voluntad de Dios que nos metamos en política pero que sí es su voluntad que participemos en la religión?

Un verdadero creyente dentro del campo político ejercería como un verdadero cristiano, y eso traería consigo bonanza y paz a quienes él o ella representa. ¿Se imaginan ustedes lo que sucedería en nuestro gobierno si todos nuestros gobernantes fuesen verdaderos creyentes a la palabra de Dios? ¿Qué tipo de nación tendríamos si fuésemos gobernados por gente que teme a Dios?

Les aseguro que lograríamos que nuestro pisoteado El Salvador, se convertiera en una de las siete maravillas del mundo. Con todo esto, ¿cómo entonces podemos seguir creyendo que es un pecado para el creyente participar en la política de nuestra nación?

Un verdadero cristiano (a) dentro de la política aportaría una postura humanizadora, cuando el partido o la institución cayese en el burocratismo; él o ella podrían aportar una postura de honrado servicio al bien común, cuando otros busquen tan sólo sus intereses particulares; él o ella podrían aportar una postura crítica transformadora, cuando los demás burócratas se olviden de las necesidades reales del pueblo, el verdadero creyente en Dios dentro del campo político podría aportar una postura de sana utopía, ya que los valores del Reino de Dios deben ser siempre su horizonte de actuación.

Aquellos que pregonan y creen que Jesucristo, nuestro Señor, no participó en la política de su tiempo, se caerían de espaldas si tan solamente le dedicaran un poquitito de tiempo al estudio de las Sagradas Escrituras ya que en ellas encontrarían a un Jesucristo totalmente diferente al que ellos predican y pintan a nuestra sociedad.

El Jesús de la biblia es un Jesús activo, trabajando y enseñando en las calles, en los ríos, en el mar, en los cementerios, en fín, encontrarían a Jesús llendo al pueblo y no el pueblo viniendo a él.

El Sr. Jesús Moreno nos dice que: “De hecho Jesús fué el activista por excelencia, ya que dedicó todo su ser a lograr la concordancia del mundo con la visión de amor, liberación y justicia que Dios le dió. Él no era solo un líder, sino “un líder estratégico” que dirigió según estrategias y tácticas bien pensadas“.

Hendricks explica cómo dirigió y las estrategias que siguió. Según Hendricks, la principal misión de Cristo era colocar al pueblo israelí en un camino de liberación en el aquí y ahora, no en el mañana y en el futuro, tal y como la iglesia moderna lo pregona. Pero para poner al pueblo en el camino de la libertad en el aquí y ahora era necesario incluír la confrontación con los estamentos de poder judíos por su complicidad con el imperio romano.

El Sr. Moreno nos dice que: “Para eso, Jesús usó estrategias políticas adecuadas a la época, al igual que han hecho otros revolucionarios a través de la historia. Sin embargo, las estrategias de Jesús no eran las de los políticos venales y mentirosos que padecemos hoy“.

Según Hendricks, las estrategias de Jesús eran:

(1) tratar las necesidades del pueblo como sagradas.

(2) dar voz a los que carecen de ella. (A esto es lo que Monseñor Romero llamaba dar voz a los sin voz).

(3) denunciar la opresión.

(4) llamar al demonio por su nombre.

Estas son las estrategias que Jesús usó para traer el Reino de Dios a el aquí y ahora y convertir el mañana y el futuro en el presente. Es por esto que Jesús sanó y cargó en él las dolencias y enfermedades del pueblo ya que para él el pueblo siempre fué sagrado, a tal grado que, dió su vida por el. De esta forma Jesús dió voz a los que no tenían voz elevándoles al nivel de los reyes y gobernantes de la época.

Todo esto lo hiso el Señor Jesucristo mientras públicamente denunció la opresión, la corrupción, y toda la hipocrecía de aquellos que se creían los más santos del pueblo, y que tambien tenían al pueblo Judío secuestrado.

Entonces, ¿qué es lo que Jesús hiso con todo esto? El llamó al demonio por su nombre, si se trataba del rey Jesús denunció al rey, si se trató del alcalde, Jesús denunció al alcalde, si fué el magistrado, Jesús denunció al magistrado, y si fué el Presidente el ladrón y el corrupto, Jesús denunció públicamente al Presidente.

Dios es soberano, y si en realidad vamos a conversar de lo que significa gobernar, Dios y nadie más que Dios tiene el derecho único de gobernar y dominar los asuntos de los hombres. Es aquí en donde es sumamente importante entender los mandamientos y las razones por las cuales Dios mismo hace lo que hace.

Es Dios mismo quien desea y debe gobernar los asuntos temporales de los seres humanos. De hecho, el primero de los diez mandameintos es fundamental en esto: “No tendrás otros dioses por encima de mí“.

Lo que esto significa, es que para que eso no suceda, debe ser el mismo Dios quien debe gobernarnos, ya que al gobernarnos el ser humano, este, ni tardo ni peresozo, siempre, siempre escoge dioses ajenos, tal y como lo es el caso de nuestro gobierno actual, el cual a escogido servir a el dios dinero.

Hendricks revela otras dimensiones insospechadas de los recuentos de las enseñanzas de Jesús el Cristo, como la noción de presentar la mejilla izquierda si lo golpeaban en la derecha.

Un golpe en la mejilla derecha significaba una bofetada de revés, porque estaba prohibido en los tiempos bíblicos usar la mano izquierda para golpear a otros. Por lo tanto, no tenía la intención de hacer daño, sino más bien golpear la mejilla derecha significaba dar un insulto. Era muy común que los esclavos fuesen golpeados de esa manera por sus amos, y los romanos daban bofetadas de revés a los israelíes.

Ahora, lejos de ser una muestra de sumisión por parte de la persona que era golpeada ú humillada, presentar la otra mejilla era la respuesta no violenta recomendada en vista de la condición inferior y de impotencia del pueblo israelí.

En decir que en lugar de bajar la cabeza y aceptar la humillación de la bofetada, presentar la otra mejilla era una afirmación de temple, de carácter, de fortaleza con un acto voluntario que retaba la autoridad del opresor.

Si ponemos este mismo ejemplo en nuestro país, con toda libertad podríamos decir que el pueblo Salvadoreño está ahora presentando la otra mejía a su gobierno por medio de radio Cadena Mi Gente, AM 700, ya que en este medio estamos demostrando nuestra fortaleza, nuestro carácter, nuestro temple.

Otra forma de mostrar la otra mejía en nuestro pueblo es haciendo uso del derecho de manifestarnos pacíficamente en las calles, y el de exigir el respeto a nuestros derechos constitucionales.

Poner la otra mejía, por lo tanto, no es el de aceptarlo todo con la cabeza metida en la ARENA, como lo hemos hecho durante las últimas cuatro elecciones, poner la otra mejía es resistir pacíficamente los abusos de nuestros malos governantes político-religiosos de nuestros días, mientras esperamos el día de nuestra libertad.

El arzobispo Sud-Africano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, dice que "no hay nada más político que afirmar que la religión no tiene que ver con la política".

Querer separar la religión y la política es lo mismo que pretender separar el cuerpo y el alma. Todos aquellos que enseñan y predican la separación de la política de la religión, simplemente repiten los mismos engaños que les fueron heredados por sus antepasados y no las verdaderas enseñanzas de Jesucristo.

Según Jesús Moreno, “La expansión musulmana en el mundo, el boicot chino a la presencia del Dalai Lama en el Tibet, la política israelí frente a las naciones árabes, la intransigencia de la corona británica en no admitir la independencia de Irlanda del Norte... son cuestiones políticas con fuertes resonancias religiosas.

El Sr. Moreno agrega: “Como observa Clodovis Boff, ‘todo es político, pero lo político no lo es todo‘. Al abrir el evangelio constatamos que la vida de Jesús tuvo implicaciones políticas antes incluso de que él naciera.

Herodes, temiendo al Mesías, ordenó la mantanza de los niños. Para María, el hijo esperado era una bendición del señor que según San Lucas 1:52-53, "derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes, que llena de bienes a los hambrientos y despide a los ricos con las manos vacías" .

Ahora, es muy claro que si la religión no tuviese nada que ver con la política, Juan el Bautista, primo-hermano de Jesús, no habría sido preso y asesinado por órden de Herodes, ya que Juan lo denunció como corrupto, esto está en San Marcos 6:17-29.

El Sr. Moreno dice que: “Toda la misión de Jesús es un conflicto permanente con las autoridades de su tiempo: escribas, fariseos, saduceos, miembros del Sanedrín y de la corte romana. El hecho de que Jesús denunciara la hipocresía de la ley, defendiera los derechos de los marginados, proclamara un Reino que no era el del César... provocó la ira de Herodes, a quien él trató de "zorro", esto está en Lucas 13:32.

“Cuando los apóstoles sugirieron que Jesús despidiese a la gente hambrienta, él reaccionó, obligándolos a repartir los alimentos, Marcos 6:30-44. En la oración que Jesús enseña, el paralelismo "Padre nuestro y el pan nuestro de cada día" deja claro que no se puede testimoniar que Dios es nuestro Padre si no nos llevamos como hermanos compartiendo los bienes de la tierra y los frutos del trabajo humano.

“Todo cristiano es discípulo de un prisionero político. Jesús no murió de accidente de camello en una calle de Jerusalén, ni de hepatitis en la cama. Tenemos que decirlo claramente, el señor Jesús fué asesinado bajo dos procesos sumarísimos, el del Sanedrín y el de los Romanos.

“Era preciso callar a aquel que enseñaba que la persona humana es más sagrada que el Templo de Jerusalén. El ciego, el cojo, el pobre Lázaro, así como Zaqueo, son templos vivos de Dios.

Ningún orden político puede considerar el derecho de la propiedad por encima de los derechos de la vida de las personas. Para la fé cristiana, la salud de un pobre enfermo vale mucho más que la manada de cerdos que Jesús precipita en el lago, según Lucas 8:26-33), así como el derecho de los sin-tierra está por encima de la propiedad de la tierra ociosa, o el salario del trabajador por encima del lucro del patrón, la educación de los niños de la calle por encima de los intereses de los bancos de la ya enorme empreza privada.

Tenemos que entender que la Iglesia verdadera de Jesucristo no es un partido político ni puede confundirse con ellos. Es por razones éticas y pastorales por las que la iglesia debe de expresarse sobre cuestiones de la política, y no por razones electorales.

Estando la Iglesia compuesta por hombres y mujeres, y no por ángeles, la iglesia tiene el deber y la obligación de velar para que, en este mundo, y este bello EL Salvador, como bien lo dice San Juan 10:10... "todos tengan vida y tengan vida en abundancia" .

Esta es la razón central por la cual Dios se manifestó en carne según I de Timoteo 3:16 en la persona de Jesucristo. El vino a este mundo, no siendo de este mundo, para restaurar el paraíso, ese lugar bello y hermoso de paz, armonía y esperanza, que fué creada por el mismo según el primer capítulo del evangelic de San Juan: “En el mundo estaba y el mundo por é fué hecho…“

Pero ese mundo que fué creado bajo la perfección fué subvertido por el egoísmo humano, y en nuestro país a sido subvertido por la maldad y el egoísmo de hombres y mujeres tanto en la política como en la religión.

Ahora, finalmente pregunto: Si es verdad que existe un solo Dios, de quien todos somos hijos, ¿por qué entonces vivimos y existimos a media tinta con tantas desigualdades entre nosotros mismos?



William Osmar Chamagua
Director General, Radio Cadena Mi Gente, AM 700
www.radiocadenamigente.net
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