"El tiempo se ha cumplido, y el reino de los cielos se ha acercado; arrepentíos, y creed al evangelio". (Marcos 1:15)
La palabra arrepentimiento significa básicamente un cambio completo de actitud, del pecado a la santidad. Pecado es la transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
Wilkipedia nos dice que: "Hay mucho que decir con respecto al pecado y su relación con la seguridad del creyente. Sin intentar escribir un libro completo sobre hamartiología, es decir, el estudio del pecado, existen ciertas verdades acerca del pecado que sí son relevantes y que deben ser comunicadas.
"Pero para esto necesitamos una definición del pecado. Según la Escritura, el pecado es: todo lo que no viene de la fé (Romanos 14:23), pecado es tambien saber hacer lo bueno y no hacerlo (Santiago 4:17), es quebrantar la ley (1 Juan 3:4), y pecado es toda injusticia (1 Juan 5:17); ya séa que esta séa cometida por una persona, un grupo de personas, un partido político, un gobierno, ó cualquier tipo de organización humana que practique la injusticia.
La Escritura enseña que hay varias formas de pecar. Podemos pecar por omisión (Santiago 4:17) y por comisión (1 Corintios 10:8, etc.). Es también posible pecar de pensamiento (Mateo 5:28, etc.), palabra (Mateo 12:37, etc.) y obra (Mateo 27:4, etc.).
Según Wilkipedia, "Para los griegos pecado se decía hamartia: 'fallar de la meta, no dar en el blanco'. Aludía al concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea no conciente. Antes que los griegos, y con anterioridad al arameo, el término pecado tenía el significado de 'olvido'. Olvido de algo que estaba presente, "olvido" como dejar a un lado. No tener presente a algo o alguien que en ese momento, por diversas razones, se lo dejaba a un costado.
"Si bien todo pecado es personal, porque es un acto de un hombre o una mujer en particular, y no propiamente de un grupo o comunidad, pecado es tambien al mismo tiempo un hecho social: "en virtud de una solidaridad humana tan misteriosa é imperceptible como real y concreta, el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás".
Es decir que, querramos o no querramos aceptarlo, nuestras acciones, cuando son malas, terminan dañando a los demás. Un funcionario público, para el ejemplo, que escoge robar; el pecado que él comete es personal, pero sus acciones tienen repercusiones masivas en toda la población que se encuentra bajo su autoridad.
Lo mismo sucede con el hijo que peca, esto afecta a sus padres, a su familia en general. O el padre, o la madre, o el profesor, o el pastor, o el sacerdote, o cualquiera que sea la organización en la cual una o varias personas escojan pecar, es decir que al fallar escogen quebrantar la ley establecida; y esto, no solamente es la ley de Dios, sino además la ley de los hombres. El pecado que cometen estas personas, por lo tanto, termina teniendo graves consecuencias en los demás, y no solamente en el hechor. En el caso de los funcionarios públicos que escogen ser corruptos, esto termina afectando a toda la nación.
Un pastor, un sacerdote, una iglesia que escoge no hacer su labor pastoral de proteger a su rebaño de la injusticia cometida por los demás, cáe en pecado, y ese pecado del líder ó de los líderes tiende a tener repercusiones graves en aquellos que son mal-guiados por él o por ella o por ellos.
Según Wilkipedia, "Por ello mismo la Iglesia, cuando habla de situaciones de pecado o denuncia como «pecados sociales en determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o menos amplios, o hasta de naciones enteras y bloques de naciones, sabe y proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales de muchas personas.
Esto significa que las verdaderas responsabilidades son entonces de las personas. Algunos pecados en particular, constituyen por su objeto mismo una agresión directa al prójimo, una agreción directa a nuestros hermanos. Estos pecados se califican como pecados sociales.
Es por esto que según wilkipedia: "Se considera como social todo pecado cometido contra la justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona.
"Es por lo tanto pecado social todo pecado contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, incluído el del no-nacido, o contra la integridad física de alguien; (de allí el mandamiento de no matarás) tambien es pecado todo aquello que atenta contra la libertad de los demás, especialmente contra la libertad de creer en Dios y adorarlo; pero tambien es un pecado profundo el que cometen los medios de comunicación escritos, televisivos, ó radiales y digitales cuando niegan a la población el acceso a la verdad, cuando no denuncian la injusticia, el robo, la corrupción, o cuando atacan é injurian la dignidad de otros con la intención de hacer el mal sin tener pruebas de lo dicho. Señores eso es pecado.
No realizarás manipulaciones genéticas.
No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluídos embriones.
No contaminarás el medio ambiente.
No provocarás injusticia social.
No causarás pobreza.
No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
Y no consumirás drogas.
El día 14 de Enero del 2006, SIEP (Servicio Informativo Ecuménico Popular), publicó un articulo titulado "ANTE EL INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS DE PAZ EN EL SALVADOR".
Lo traigo a la luz porque es necesario que entendamos que el pecado no solamente es el que comete una persona, pecado es tambien el mal que es cometido por un sistema político-religioso como el que gobierna El Salvador el día de hoy.
El citado artículo nos dice que "Durante estos años la implementación de los acuerdos de paz ha enfrentado serias dificultades, especialmente porque el Gobierno del Partido ARENA y los grupos económicos de poder han obstaculizado, limitado y deformado los acuerdos establecidos. De tal forma que ahora podemos decir que estos acuerdos no sen han cumplido por parte del gobierno y avanzamos indefectiblemente hacia una Crisis Nacional.
"Todo esto se ha expresado desde el principio de la implementación de los Acuerdos de Paz, en casos como: la aprobación de la Ley de Amnistía que deja impunes los miles de asesinatos, desapariciones, masacres, secuestros y otras violaciones a los derechos humanos, realizadas por las estructuras militares del gobierno.
"Asimismo el efectivo interés por parte del gobierno y los Grupos Económicos de Poder, para quebrar el Foro Económico Social e incumplir los acuerdos que de ella se podrían derivar. Las limitaciones para desarrollar los mecanismos de transferencia de tierras y su posterior acoso a través de la deuda agraria y bancaria para que a los beneficiarios les sean arrebatadas las tierras". Esto, tambien es pecado pueblo, ante los ojos de Dios.
"La deformación de la institucionalidad creada por los acuerdos de paz como el Tribunal Supremo Electoral y la PNC. La Procuraduría de los Derechos Humanos, que actualmente enfrenta el hostigamiento permanente de las estructuras de gobierno por su valiente trabajo de denuncia a los organismos del Estado por sus violaciones a los derechos humanos, económicos, sociales y culturales.
"De igual forma el manejo interesado de la Asamblea Legislativa, de la Corte Suprema de Justicia, La Corte de Cuentas y la Fiscalía General de de la República, que han permitido la aprobación de leyes en beneficio de las transnacionales, grandes empresas nacionales y el gobierno norteamericano, en detrimento de la mayoría del país y favoreciendo el encubrimiento de la corrupción y el crimen organizado".
Todo esto pueblo salvadoreño es pecado, o séa,
que no solamente el borrachito peca, que no solamente la protituta, o el homosexual, o el que se robó la gallina, o el que se acostó con la mujer del otro peca, pueblo, tu mismo gobierno peca, y peca en cantidades exorbitantes.
Pero dime: ¿Cuantos de tus pastores y sacerdotes denuncian estos pecados? No, seamos honestos, en nuestras iglesias nuestros líderes solamente denuncian tonterías.
Que el hermano o la hermana hizo esto o que hizo lo otro o aquello, somos buenos para ver la paja en el ojo de nuestro hermano, pero fallamos en ver la viga en el ojo nuestro.
En realidad yo digo que la iglesia actual, tal y como existe hoy, no tiene la autoridad moral para reprender los pecados de los pequeños, cuando se acobarda en reprender los enormes pecados que cometen los peces gordos. Al final, frente a los ojos de Dios, no importa lo que se dice si es que no va acompañado de lo que se hace.
En El Salvador, "La democratización del país que era uno de los objetivos trascendentales de los acuerdos de paz, se encuentra hoy ante el creciente autoritarismo del gobierno, el irrespeto al Estado de Derecho y a la creación de mecanismos de control político y represión, ante las crecientes expresiones de rechazo de la población a las políticas gubernamentales. Todo esto esta generando un ambiente de ingobernabilidad cuyo desenlace no se puede prever". Esto es pecado pueblo.
En el mismo artículo que hemos citado, al hablar EN CUANTO A LO ECONOMICO se nos dice:
"1. En el marco económico podemos afirmar que la economía salvadoreña sigue transitando por una situación de estancamiento y de una gran fragilidad macro financiera, que puede llevarla a una crisis sin precedentes.
"Esta situación es el resultado de la aplicación de reformas económicas (privatización, desregulación, apertura externa indiscriminada y debilitamiento de las capacidades del Estado) que han transformado la estructura economía del país y han posibilitado un proceso de gran concentración de la riqueza y mayor desigualdad en la distribución del ingreso nacional.
El pecado acá está en que algunos personajes en el país se han pasado de listos, y han concentrado las riquezas de la nación en las manos de unos cuantos, creando con esto una desigualdad enorme de distribución de la misma. Este pecado de la avaricia y amor al dinero termina al final afectando la vida de millones.
"La apuesta gubernamental hacia una economía orientada a los servicios, el comercio, el sistema financiero, el turismo y de plataforma logística, solo ha beneficiado a los grupos económicos de poder en detrimento de la gran mayoría de la población". Pueblo, esto tambien es pecado.
"Durante estos años la calidad de vida de la mayoría de la población se ha visto desmejorada por el incremento de los precios de los bienes y servicios, por los crecientes niveles de desempleo, subempleo e informalidad, así como por el casi permanente congelamiento de los salarios.
"Los niveles de pobreza muestran que un 31.1% de la población sobrevive bajo el umbral de pobreza de ingresos con 1 dólar diario, mientras un 58% de la población vive con 2 dólares diarios. El umbral de pobreza nacional es de 48.3%".
No hacer nada frente a todos estos atropellos tambien es pecado, quedarse callado es pecado, hacerse del ojo pacho es pecado, hacerse el loco es pecado. Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado.
"2. Ante esta situación de desempleo y falta de oportunidades, el proceso migratorio al exterior se sigue intensificando, se calcula que cerca de 100 mil personas salieron del país en el último año en busca de nuevas oportunidades, hacia otros países y especialmente hacia los Estados Unidos, pero también fueron deportados cerca de 42 mil personas.
"Las remesas provenientes del exterior aumentaron el año 2005 a 2,800 millones de dólares (11%), nuevamente este flujo represento más del 16% del PIB, cubrió cerca del 90% de la brecha comercial, lo que representa el 80% de las exportaciones y el 44% de las importaciones. (CEPAL.2005). Las remesas siguen siendo el mecanismo que posibilita mantener la dolarización, la frágil estabilidad macroeconómica y paliar el problema de la pobreza de una importante cantidad de familias del país.
"3. En el marco social podemos señalar, que las acciones del gobierno son limitadas y por lo tanto no resuelven estructuralmente la pobreza y el déficit en educación y salud, así como en la cobertura y acceso a los servicios básicos a la población.
"Las políticas neoliberales lejos de resolver los problemas del país; siguen provocando tendencias al estancamiento económico, mayor desempleo, subempleo e informalidad, deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población, violaciones a los derechos laborales, abandono de la agricultura, concentración de la riqueza, mayor desigualdad, pobreza y exclusión social".
Iglesia, gente de la religión, pueblo, despierta, todo eso tambien es pecado y es necesario que lo denunciemos. "Come on… wake up church!" !Vamos Iglesia, todo eso tambien es pecado, denúncialo, repréndelo, y llama a los malhechores al arrepentimiento!…
Hablando del campo POLITICO, el citado artículo tambien nos dice:
"1. En este campo el gobierno de ARENA, el Presidente Saca y sus funcionarios han ido evidenciando cada vez más su carácter autoritario y antidemocrático, que se acerca a las concepciones de gobiernos fascistas, las evidencias son múltiples. El interés de mantenerse en el poder y garantizar los beneficios a los grupos económicos de poder, que están detrás del partido de gobierno, los ha llevado a establecer una serie de acciones que afectan la concepción democrática que se promueve en la región.
"2. En general el marco político después de catorce años de los acuerdos de paz, no muestra avances en el proceso de democratización y de mejoras en la gobernabilidad democrática. Al contrario estamos ante un escenario de creciente autoritarismo, de violaciones a los derechos humanos, a los derechos laborales, a la Constitución de la República y en general al marco jurídico e institucional del Estado (Estado de Derecho), así como ante una creciente inseguridad ciudadana.
Es por esto que el día de hoy yo, William Osmar Chamagua, hago un llamado general al arrepentimiento, no solamente al que comete pecados de índole personal, como el "guanito" o borrachito, o el roba "cuches", o el que se roba un pato, o el mujeriego, pero además llamo al arrepentimiento a todos los responsables de todos los pecados sociales de nuestra nación, a los de bajo rango y a los de alto rango.
Hago un llamado al arrepentimiento a los que roban al pobre, a los que no pagan el jornal debido a sus trabajadores, a quienes transgreden las leyes, a quienes pisotean y roban la dignidad de los débiles, y a todos aquellos que de una o de otra forma escogen quebrantar lo que es correcto.
El corazón de nuestra nación está podrido con una condición pecaminosa; es decir que está lejos del propósito y santidad de Dios. Nosotros señalamos a una prostituta, a un homosexual, a un malcriado ú obceno, y les criticamos y les condenamos al infierno. Sin embargo, al hacernos del ojo "pacho" frente a las miserias é injusticias que se cometen en contra de los demás, somos culpables de mayores transgresiones.
Existen pastores y sacerdotes que jamás se dejarían ser vistas conversando con una prostituta o con un homosexual, los condenan, los señalan, pero ellos son unos hipócritas, cobardes, porque toleran de sus gobernantes pecados mayores, y que infringen en el derecho a la vida de millones. Hipócritas porque son ellos mismos quienes llevan al altar del sacrificio a intereses privados a sus propios rebaños.
Antes de la caída del hombre en pecado, no existe ningún record en la palabra de Dios que se hiso llamado al hombre al arrepentimiento. Sencillamente, no había necesidad de hablar del arrepentimiento porque entre el Dios Creador y sus criaturas existía una completa comunión.
Pero, Adán cayó, y con él toda la raza humana. A causa del pecado, el hombre fue entonces separado de Dios, destituido de la gloria de Dios y de su comunión. Reinó la muerte: "...el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron". (Romanos 5:12).
En tal condición, a todos los hombres se les llama al arrepentimiento de su pecado, para que el pecador pueda, así, ser librado de la condenación y reciba la vida eterna.
Pero este llamado al arrepentimiento no es solamente para la gente que viene a nuestras iglesias, este llamado al arrepentimiento es un llamado tambien a los ricos malos para que ya no le roben más su jornal al pobre. Este llama do es tambien para el Presidente para que ponga órden en nuestra nación, y para que ordene y séa un ejemplo a que nuestras leyes se cumplan, y se obedezcan.
Es tambien un llamado al Sr. Presidente para que ordene que aquellos que deben sus impuestos los paguen a nuestro estado. Es un llamado para que él mismo séa un ejemplo de buena conducta, un ejemplo de humildad, de amor, de compasión a nuestra nación.
Este tambien es un llamado de arrepentimiento a los alcaldes, a los ministros, a los diputados, a los Magistrados de nuestra Corte Suprema de Justicia, y a todos aquellos que el día de hoy se encuentran en posiciones de autoridad; es un llamado al arrepentimiento para que paremos ya de hacer el mal y comencemos juntos a hacer el bien, y a trabajar por el bien común.
Isaías 53:5-6 nos dice: "Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; y Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros".
El arrepentimiento es posible porque ya Cristo sufrió el castigo; la ira de Dios cayó sobre él, él es nuestro sustituto.
El hombre en su condición natural, es decir pecaminosa, no está apto para disfrutar de la comunión con Dios. De forma habitual, el hombre, aún cuando sea consciente y pueda diferenciar entre lo que es bueno y lo que es malo, sin embargo, no puede hacer el bien que debe, ni dejar de hacer el mal que no debe.
El hombre ni siquiera tiene la capacidad de reaccionar favorablemente al testimonio de su propia conciencia porque está incapacitado para hacerlo, la tiene cauterizada por el mal, el hombre se encuentra esclavizado por el pecado, dominado por los deseos codiciosos, por la gula al dinero, está muerto en sus delitos y pecados.
Todos nosotros, hombres de la política, hombres de la religión, hombres de la empreza privada, militares, civiles, profesionales, campesinos, doctos ó indoctos, varones, hembras, niños, ancianos, todos necesitamos arrepentirnos de nuestro mal camino. Todos necesitamos tener un cambio total del pensamiento, apartarnos del pecado, del mal, nececitamos volvernos a Dios, pero esto nos será imposible mientras escojamos seguir viviendo bajo la condición miserable del pecado.
En el Antiguo Testamento, Dios levantó un pueblo, trató con la nación de Israel en base a las promesas hechas a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob.
Cuando Israel se hallaba cautivo en Egipto, Dios los rescataba de la esclavitud, les conducía por medio de Moisés a través del desierto, les sustentaba con maná del cielo, les daba agua de la roca, les protegía en todo el trayecto hasta introducirles en la tierra que les había prometido; lo interesante de todo esto es que la gran mayoría de toda aquella gente no entró a la tierra prometida por causa de su incredulidad.
La historia bíblica nos dá a conocer la condición rebelde y contradictora de aquel pueblo, a quienes Dios, por causa de su rebeldía, los entregó a sus enemigos; luego les envió una, otra y otra vez a sus profetas con el llamado de amor al arrepentimiento de la idolatría y de su desobediencia a Dios, pero toda esta desobediencia al final les acarreó maldición y muerte.
Si el pueblo se arrepentía y se volvía a Jehová Dios, el pueblo era bendecido, y recibían libertad. Pero cuando el pueblo desobedecía el pueblo era esclavizado y entregado en las manos de sus enemigos.
Cuando el Señor Jesucristo aparece en la escena terrenal, su precursor, Juan el Bautista, el último de los profetas, comienza su ministerio, como precursor de Cristo, llamando a los hombres al arrepentimiento:
En Mateo 3:2 se nos dice: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado".
Juan bautizaba con bautismo de arrepentimiento a los hombres que "acudían a él de Jerusalén, de toda Judea, y de toda la región de alrededor" en el Jordán. (Mateo 3:5; Marcos 1:4)
Juan amonestaba seriamente a los hombres religiosos que acudieron a él para ser bautizados en el Jordán a hacer "frutos dignos de arrepentimiento", obras propias de un arrepentimiento sincero" (Mateo 3:8).
El Salvador tiene el día de hoy predicadores muy famosos, pero que son mentirosos, vanagloriosos, llenos de pecado, con un ego más grande que nuestro globo terráqueo. Hombres de mal proceder, que solamente piensan en ellos mismos, en sus bolsillos, en su fama, en su poder. A estos evita dijo el apóstol Pablo. Con todo eso, a estos mismos hombres y mujeres representantes del mal, Juan el bautista los llamaría al arrepentimiento real y verdadero.
Las obras que evidencian el verdadero arrepentimiento corresponden a una persona que ha experimentado un arrepentimiento genuino y verdadero de su pecado. Un hombre no puede llamar a nadie al arrepentimiento cuando él mismo se revuelca con los malhechores, con los asesinos, con los ladrones, con los corruptos.
¿A qué tipo de arrepentimiento está llamando este ó estos hombres a los demás? A ninguno, son falacias, mentiras, engaños.
Un verdadero arrepentimiento incluye una nueva manera de vivir, una nueva forma de hacer las cosas. Esto incluye, no solamente el pecado personal, sino tambien solidarizándonos con las nececidades de nuestro prójimo.
Esto implica que tambien pararemos de tolerar el pecado en los demás, aunque los demás séan nuestros amigos en el gobierno, y que denunciaremos el mal proceder de los hombres malos, que abusan de su poder y de la ignorancia de los demás.
Juan el Bautista reprendió fuertemente a los fariseos y escribas, la gente de la religión de su tiempo, que acudieron a él para ser bautizados por él en el Jordán. Ellos creían que su religiosidad, es decir, su apoyo en su propia justicia, y su vínculo sanguíneo con Abraham, los calificaba para la salvación.
Muchos fariseos y escribas modernos creen que solamente porque cargan una biblia, o porque saben leer y dar "carreta" a otros mientras hacen uso de la sagrada palabra de Dios, ellos creen que eso los hace herederos del reino de Dios. Hipócritas, les diría Juan el bautista, hipócritas, mentirosos, que despues de recorrer el mundo y conseguir a un prosélito lo hacen dos veces más hijo del infierno que ellos mismos.
Pero no solamente los mentirosos líderes de la religión cáen en este pecado, algo similar tambien ocurre cuando muchas personas se agregan a una iglesia local sin haber tenido una genuina experiencia de arrepentimiento ante Dios, solamente para luego apoyarse en su religiosidad y su vínculo familiar con el pastor ó el sacerdote.
Con todo esto nececitamos recordar que la salvación es individual. Por las sobradas evidencias bíblicas e históricas, cada individuo necesita experimentar un cambio verdadero en su interior, un cambio total de mente y de conducta, y necesita, cada persona, establecer una relación personal con Dios a través del único Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el Salvador de los pecadores, para poder ser salvo.
Si alguien asegura haberse arrepentido de sus pecados y de poseer fé en el Señor Jesucristo, esta persona está obligada a demostrarlo con sus obras, y con sus frutos.
Les repito que no puede una persona decir una cosa y hacer otra, eso es una falsedad condenada por el mismo Dios al cual dice servir. Si dice que ama al prójimo, y luego se da la vuelta y come y se acuesta con quienes atropellan y asesinan al prójimo, esa persona es falsa, mentirosa.
Un presidente que nos dice que es cristiano, y que tiene sentido humano, no puede con sus obras, al hacer todo lo contrario, tirar sus palabras por el suelo.
¿O es lo que dice que es, o es lo que hace?, una de las dos. El Señor dijo que no se puede servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo, o amarás a uno y aborrecerás al otro.
Es por esto que el llamado al arrepentimiento debe siempre ser hecho a todos los hombres porque es un mandato de Dios. "...habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan" (Hechos 17:30).
Sí, a pesar de que el hombre pecador insulta a Dios con cada una de sus palabras, a pesar de que el hombre pecador ofende a Dios con cada uno de sus actos, a pesar de la impiedad y la enemistad del hombre natural contra Dios, Dios continúa manifestando su benignidad, paciencia y longanimidad, que guían al hombre al arrepentimiento.
Es por esto que la maldad del hombre no puede entorpecer la bondad de Dios. En lugar de ejecutar el juicio de inmediato, Dios soporta con paciencia, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Finalmente les dejo con algunos pensamientos relacionados con la maldad del hombre.
"A menos que haya una revolución universal en la esfera de la conciencia del hombre, nada mejorará nuestra existencia humana, y la catástrofe a la que se encamina este mundo [...] será ineludible."
Václav Havel, presidente de la República Checa.