Radio Cadena Mi Gente 700AM

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JUNIO 22, 2008

Por William Osmar Chamagua

“De religión y de política no hablemos“, dice mucha gente. En sí lo que están diciendo, sin saberlo, es que no les importa en lo absoluto su futuro, ni el futuro de su familia y mucho menos el futuro de la sociedad. Ignoran, por cuena propia, que son, la religión y la política, los dos campos que trazan y deciden de una forma directa nuestras vidas.


Jesús fué un hombre muy problemático en extremo para aquellos que ostentaban el poder político y el poder religioso de la época. Jesús hablaba abiertamente, sin tapujos, hablaba de igualdad, hablaba de compasión, hablaba de misericordia, hablaba de amor. El Hablaba constantemente de ideas que chocaban de forma directa con lo establecido en la sociedad de su día, de la misma forma que por medio de su palabra lo continúa haciendo en la edad moderna.

Jesús hablaba y pregonaba a los cuatro vientos el bienestar común; el jamás se avergonzó de llamar hermanos y amigos a los pobres, a los humildes, a los desbalidos, a los leprosos, a los humillados, él siempre habló y enseñó de que cada uno debía de tener a su prójimo como mayor a él mismo sin importar la condición física, económica ó emocional de la persona.

Jesús arrastraba hacia el Reino de Dios, con el poder de su palabra, a las multitudes. El fué un pregonero que decía que su Reino no era de este mundo; y sin embargo, jamás en la historia de la humanidad ha existido un hombre que haya ejercido más influencia que Jesús en los asuntos de la vida del ser humano, a tal grado que cortó los tiempos y las edades en el antes y en el despues de Jesucristo.

Imagínese usted, partió los tiempos por la mitad, sin ni siquiera ser de este mundo, ahora, ¿puede usted preguntarse que habría sucedido si este mundo hubiese sido el de él, así como lo es de nosotros? Sin lugar a dudas, lo hubiese puesto “patas arriba de raíz”, y viviríamos hoy, simple y sencillamente, en un mundo de paz, amor y justicia.

Con todo esto, aunque usted no lo crea, esa es nuestra responsabilidad, y esa es la responsabilidad de la iglesia, estamos obligados a “poner este mundo patas arriba” haciendo uso de la violencia de la verdad de Jesucristo.

Jesús fué un hombre que con su voz poderosa ordenaba y resucitaba a los muertos, un ser excepcional que perdonaba y perdona los pecados; Jesús fué un loco que nadie entendía y que hablaba por medio de parábolas, hipótesis, ejemplos de la vida cotidiana, un verdadero Maestro. Los doctores de la ley no entendieron sus palabras porque su evangelio no fué diseñado para los adultos sino más bien para los niños.

Jesús fué, frente a los ojos de la sociedad de su época, al igual que lo sería, sin lugar a dudas, frente a nuestra sociedad salvadoreña, subversivo, un terrorista mental, un peligro desestabilizador para los políticos y religiosos de su época, que tanto se asemejan a los nuestros en su maldad y egoísmo.

Jesús fué el hijo del carpintero llamado José, era un hombre que hacía milagros, que tenía la capacidad de duplicar y multiplicar los panes y los peces y que daba de comer a las multitudes que se tomaban el tiempo para escuchar sus enseñanzas. El mismo hecho que fué sentenciado a muerte y asesinado de la forma más vil por sus propios hermanos, y por su propio pueblo, da testimonio de ello.

Con todo esto, Jesús fué un hombre que perdonó a sus enemigos, y que mataba el odio de ellos con el olor fragante de su profundo amor. Pero enmedio de todo ese amor y justicia que emanaba de su Corazón, Jesús enfrentaba, denunciaba, y llamaba hipócritas, mentirosos, y tumbas blanqueadas a todos aquellos que se aprovechaban de la ignorancia del pueblo Israelita para cometer sus fechorías, y manipular sus pensamientos y por ende las vidas de los pobres.

A mí no me cabe la menor duda que de estar Jesús presente en carne y hueso en nuestro pequeño El Salvador, él, con seguridad, haría exactamente lo mismo, denunciaría y llamaría hipócritas a los corruptos, a los ladrones, a los falsos políticos y a los falsos religiosos, aún a costa de la ira de ellos.

Jesús fué una persona que entendía y compartía las miserias del pueblo, él jamás vivió en la opulencia, ni en comodidades de ningún tipo. De hecho, claramente dijo que: “el hijo del hombre no tenía ni un solo lugar en donde recostar su cabeza”.

Jesús fué un hombre que se rodeaba de prostitutas y de los marginados por la sociedad, esta era la razón por la cual él les entendía; día con día él mismo padecía y sufría las dolencias del pueblo. Con toda seguridad les digo que Jesús jamás bendeciría armamentos de Guerra, destinados a quitar la vida a nuestros semejantes, como lo han hecho algunos en nuestra patria, ni mucho menos entregaría reconocimientos a ningún presidente por un trabajo que nunca hiso, !NO! eso no lo haría Jesús; todo lo contrario, a este Presidente Jesús lo reprendería públicamente y lo llamaría al arrepentimiento, y a lo mejor, lo correría de la casa de su padre tambien a latigazos tal y como lo hiso con los perversos mercaderes del pueblo.

Jesús fué un anarquista del poder político y religioso constituído de su época. A los religiosos él les llamaba fariseos hipócritas, y entre ellos estaban incluídos los sumos sacerdotes, quienes representaban el poder religioso radical.

Este tipo de personas solamente servían y sirven para estorbar y condenar a los demás; como el mismo Maestro lo diría: “Ustedes recorren el mundo para convertir a un prosélito, y una vez convertido lo hacen dos veces más hijo del infierno que ustedes mismos”.

Todo esto le acarreó al Maestro infinidad de problemas. Fué difamado, insultado, en una ocación se le quiso tirar por un despeñadero. Fué amenazado a muerte en muchas ocaciones, y al final crucificado por sus ideas, por sus pensamientos y por sus Milagros, por el mismo pueblo al cual sirvió y amó.

Ahora, usted no crea que estos nuestros tiempos han cambiado, el mundo continúa infestado y podrido, destilando el mal olor de los servidores del mal; y al igual que los mentirosos de la antiguedad, en nuestros días, ellos tampoco se sacian de hacer el mal.

Nosotros estamos viviendo enmedio de una sociedad que habla de Jesús con sus palabras pero lo niega con sus hechos. Sus mismos líderes religiosos y políticos dicen una cosa y hacen otra. Prometen con sus palabras y sus mensajes compartir un Reino hermoso y futuro, pero fallan en compartir su reino presente.

Hipócritas que con sus mismos hechos niegan sus propias palabras.

Pueblo salvadoreño, la realidad es que vivimos en una sociedad que está llena de religión, de política, de engaño, de mentiras, de materialismo, en una sociedad carente de amor, de compasión, de humildad, vivimos en una sociedad en la que se predica de Jesús pero que al mismo tiempo viven y hacen las obras del diablo.

Vivimos llenos de predicadores famosos que lejos de seguir el ejemplo de aquel a quien supuestamente predican, se acuestan y se arropan con la misma cobija inmunda que tiene sumido en la miseria al pueblo por el cual Jesús murió y resucitó. Dicen querer llevar al pueblo salvadoreño al cielo mientras acá en la tierra lo tienen viviendo en el infierno del hambre, del desempleo, y de la humillación.

Vivimos en una sociedad en donde la iglesia ha enseñado al pueblo que ser pobre es una bendición y no una maldición; al mismo tiempo que les ha prometido llevarles a un lugar en donde las calles son de oro y el mar es de cristal.

Falsos maestros que fallan en entender que en caso que este nuestro amado pueblo que hoy vive acostumbrado a la pobreza material, económica y espiritual llegase al cielo, este pueblo pobre se sentiría incómodo viviendo en un lugar con tantas riquezas y opulencias como lo es el verdadero Reino de Dios.

Dios no es pobre en ninguna forma pueblo salvadoreño, Dios es rico y sobreabunda en todas las cosas. De hecho, la misma escritura nos dice que: “El siendo rico se hiso pobre para que nosotros por medio de su pobreza fuésemos hechos ricos”. Pero, entonces… ¿Por qué seguimos siendo pobres?

Yo sé que no es fácil entender todo esto de la noche a la mañana, especialmente despues de que toda nuestra vida hemos escuchado las misma mentiras diez millones de veces, martillándonos y haciéndonos creer que ya los ricos están contados. Otra mentira más, en la ya enorme matata de ellas, matatas que por cierto están en las manos del diablo.

En nuestro país, diariamente se cometen todo tipo de bajesas, de opresión, de maldades, y para tristeza nuestra lo digo, son los mismos “seguidores de Jesús”, quienes frente a toda ésta maldad y corrupción, hacen todo lo contrario de lo que Jesús haría al estar presente en carne y hueso en nuestra patria.

Al parecer en nuestros días la defensa del pobre, del menesteroso, y del débil a sido relegada a personas que en realidad no han sido llamadas por Dios para ese trabajo.

Aquellos a quienes se les ha encomendado este trabajo solamente sirven como fachadas del mal, y son engañosos mensajeros de las regiones celestes.

Es por todo esto y mucho más que Jesús el Señor fué muy problemático para los religiosos y políticos de su época. Para contrarrestarlo, humillarlo, destruírlo, y lograr que su testimonio personal se fuese por el suelo sin deber absolutamente nada, los hipócritas, los cobardes, los mentirosos, los malhechores, los asesinos, se mantenían de una forma constante insultándole y tratando de encontrar el hoyo por medio del cual atacarle.

Escuchen ustedes algunos de los insultos que Jesús recibía, y analicemos luego como nada de esto a cambiado en los corazones de los enemigos del bien despues de más de 2000 años en el futuro; los insultos, las blasfemias, y las amenazas continúan siendo las mismas.

Evangelio según San Mateo 12:22 en adelante...

“Entonces fué traído á él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía. Y todas las gentes estaban atónitas, y decían: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, príncipe de los demonios“.

El odio y la maldad de los cobardes é hipócritas en contra de Jesús era tan profundo que se atrebían a blafemar en su contra, diciendo al pueblo que Jesús hacía los Milagros que hacía al hacer uso del espíritu del diablo.

En el verso 25 en adelante se nos dice: “Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad ó casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás echa fuera á Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo por Beelzebub echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces“.

Esta era y es el tipo de sabiduría que los enemigos del Dios de los cielos, aunque se disfracen de religiosos y de santos, no pueden resistir. “Un reino dividido”, les dijo claramente el Maestro, “no puede permanecer“.

En el verso 28 El agrega: “Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado á vosotros el reino de Dios. Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueará su casa.

“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, derrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado á los hombres: mas la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada á los hombres. Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado: mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero“.

Esto es conocido como el pecado imperdonable; el maldecir el espíritu de Dios, es decir, que como seres humanos nosotros podemos cometer el pecado que séa, y nos será perdonado al alcanzar un arrepentimiento puro y verdadero, menos uno, el cual no nos será perdonado ni en este siglo ni en el venidero. Ese pecado el cual no nos será perdonado es la blasfemia en contra del Espíritu Santo.

Más tarde, en el verso 33 en adelante se nos dice: “O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, ó haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto es conocido el árbol. Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.

“Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio; Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado“.

Ahora, cuando entendemos esto correctamente, podemos entonces ser muy cuidadosos en cuanto a nuestro proceder. Recuerde, un árbol malo no puede dar buenos frutos, de la misma manera que un árbol bueno no puede dar malos frutos. O es lo uno o es lo otro, de la misma fuente no puede salir agua sucia y agua limpia.

Este pasado Domingo 22 de Junio del 2008, durante nuestra visita a Guatajiagua, Morazán, unos humildes y sencillos hermanos se acercaron a nuestro compañero y hermano de labores Kenny Bolaños, entregándole un sobre en sus manos, al mismo tiempo que le pedían me lo hiciese llegar.

Esto lo transcribo, no para abochornarles sino más bien para dejarles saber que han cometido un gran error al condenarnos de la manera que lo han hecho, no necesariamente por nosotros, sino más bien la ofensa a sido al mismo Dios a quienes ellos dicen servir.

En el sobre que se me entregó se leen las siguientes palabras: “Una petición para usted hermano Chamagua”.

A continuación doy lectura al documento ya depurado (pues tenía muchos errores de ortografía) y que textualmente dice:

“Lea y medite. Hermano pastor, por este medio me dirijo a usted y es para decirle que no séa hipócrita. Hermano Chamagua, usted es un pastor diabólico influenciado y respaldado por el espíritu del anticristo para engañar a todo mundo“.

Es decir, que estas personas me están insultando de la misma forma que insultaron a nuestro Señor Jesucristo. Ahora, el problema más grave de esto, no es que insulten a mi persona, eso lo pueden hacer con toda libertad los días y el tiempo que lo deseen. El verdadero error está en que ellos dicen que todo lo que hago, lo hago por la inspiración de el espíritu del diablo; y eso, mis hermanos es lo que el mismo Maestro, Jesús de Nazareth dijo que “no sería perdonado en este siglo ni en el venidero”, ya que es una ofensa y blasfemia directa al Espíritu de Dios que mora en mí y que mora en nosotros.

La mencionada carta escrita en el anonimato continúa: “En el Corazón de cada uno de los que son católicos habitan tres clases de malos espíritus de demonios: espíritu de apostasía, espíritu de hipocrecía, espíritu de desanimación.

“La Iglesia Católica es un engaño del Diablo. Hermano Chamagua, el defecto y el error que usted está cometiendo es mezclar lo político y lo religioso y lo espiritual para engañar y atrapar, y está cometiendo un grave pecado de usar la palabra de Dios para la política, lo espiritual es del cielo y lo político es terrenal, y lo religioso.

Por favor no se ande metiendo con los hermanos protestantes. Lo divino no se puede mezclar con lo malo, como decir lo político y lo religioso y lo de Dios.

“Hermano Chamagua, a usted el dios de este siglo, satanás, le ha segado el entendimiento para que la luz del verdadero evangelio no se refleje en su vida a fin de condenación.

“Hermano Chamagua, ¿Cómo usted se atreve a predicar la palabra de Dios con cambiar con odio y rencillas y con raíces de amargura en su Corazón. Hermano Chamagua dentro de su Corazón hay un espíritu engañoso”.

Este es el final de la carta que se nos hiso llegar, sin nombre ni apeído, sin identificación alguna, tal y como lo haría una persona que no está segura de sus ideas y pensamientos, y que no se atreve a responder por sus palabras y por sus errores. Es obvio que muchas cosas en el Corazón del ser humano permacen de la misma forma que el Maestro las encontró y las dejó dos milenios atrás.

Mi pregunta entonces sería, tal y como lo dijo Jesús: ¿Si yo hago lo que hago por medio del espíritu del diablo, bajo qué espíritu obran aquellos que ni siquiera les importa un comino el bienestar de sus semejantes? ¿Bajo que espíritu gobiernan los corruptos, los sinverguenzas, los malhechores? Les dá igual que nuestro pueblo coma o que no coma, que séa humillado y pisoteado o no, que viva con dignidad o bajo los pies de sus opresores, nada de eso importa, ¿Y entonces, que espíritu controla a los corruptos políticos y a los corruptos religiosos? Dígame por favor.

¿Si cuando yo busco la igualdad, el respeto, la equidad, el amor, la compasión, y pregono que ningún ser humano es inferior a nadie, y que a quien se le dá más se le pedirá más, si todas estas cosas en mí son motivadas por el espíritu de satanás, de Nuevo yo pregunto: ¿Quien es entonces el que motiva a los ladrones, a los malhechores, a los blasfemos, a los asesinos, a los corruptos, a los malos gobernantes, a los que no se sacian de pisotear y tratan peor que animales a sus semejantes?

¿De quien es entonces el espíritu que motiva a aquellos que han secuestrado nuestra nación, tanto en la política como en la religión? Dígame usted que escribió la carta y que es tan espiritual, respóndame por favor, y por amor a Dios, SAQUEME DE MI IGNORANCIA.


William Osmar Chamagua
Director General, Radio Cadena Mi Gente, AM 700
www.radiocadenamigente.net
Teléfonos en El Salvador
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Oficinas: 2245-4150/2245-4148

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