Radio Cadena Mi Gente 700AM

De acuerdo a Wikipedia, "Un machete es un cuchillo grande pero más corto que una espada. Comúnmente mide menos de 60 cm y tiene un sólo filo. Generalmente, el filo es muy agudo en el tercio de cuchilla más cercano a la punta. La punta del machete sobresale ligeramente por arriba del resto de la cuchilla. El frente del machete es corvo. El machete se utiliza para segar la hierba, cortar la caña de azúcar, podar plantas y abrirse paso en la selva.

Desafortunadamente, en EL Salvador, estos no son los únicos usos que el machete recibe, en El Salvador, el machete tambien es frecuentemente usado para asesinar a nuestros semejantes, al igual que en sentido figurado, nuestro gobierno a tambien utilizado el machete para asesinar a nuestro pueblo.

Lo que a continuación les relato, es la primer memoria, el primer recuerdo que mi mente registra: tenía cuatro años de edad, mi padre estaba por aquellos días recibiendo un curso sindical en Honduras, la Guerra entre nuestros dos países centroamericanos estaba a un par de años de distancia.

Como cualquier otro niño de la misma edad, yo jugaba en el piso de tierra de nuestra humilde casa. Mi mamá, con su delantal puesto, y su ir y venir de un lado a otro en la pequeña casa, cocinaba los alimentos de la mañana.

De repente, la silueta familiar del tío Mariano, un jóven de 24 años de edad, hermano de mi padre, aparece entrando por la puerta derecha, una de las dos puertas de nuestra casa de madera con un refulgente piso de tierra. Mi corazón de niño se regocijó, y de immediato salté en sus brazos. No sé como lo hizo para cargarme, ya que él en esos momentos traía sus manos llenas con una hermosa y suculenta sandía, tan ó más grande que yo.

Mientras el tío me cargaba, mi mamá, muy cortezmente le dió la bienvenida a casa, al mismo tiempo que recibía la "cholotona" sandía de las manos de mi tío Mariano. Acto seguido, el tío, dueño de un muy lujoso y espeso bigote, se apoderó de la hamaca que de una forma exquisita se mecía levemente en la sala, apoyada por el suave viento que recorría nuestra humilde casa.

Mientras tanto yo, regocijado, y sin poder contener la brillante luz que salía de mis ojos, sentado en sus piernas, comencé a escuchar las historias que me contaba el tío Mariano.

Recuerdo que se mecía y se mecía, y mientras mi madre continuaba cocinando con su delantal en su lugar, yo soñaba y soñaba al escuchar a mi tío relatar en mis tiernos oídos sus sueños y vivencias.

Muy vívidamente recuerdo el momento en el cual me dijo: "Mira, cuando tu papá regrese de Honduras, le vamos a pedir que te compre una motocicleta y yo te voy a enseñar a manejarla".

Esas palabras me impactaron, a tal grado que el día de hoy soy un ávido amante de las motocicletas, desde mis 15 años de edad, cuando finalmente mi padre me compró mi primera motocicleta, ha sido muy poco el tiempo en los cuales no he tenido una conmigo, producto de aquella semilla que mi tío implantó en mi corazón a la edad de cuatro años.

Lo siguiente que recuerdo es ver salir a mi tío de nuestra casa, y despedirse de nosotros. Yo, como todo un niño bueno regresé a mi tarea del día, a jugar y a soñar con la motocicleta que mi padre me compraría a su regreso de Honduras.

Durante largos años y años El Salvador ha estado de igual forma soñando con un Nuevo futuro, con un mejor gobierno, con un nuevo y brillante país; sin embargo, los hechos lo demuestran, nuestro país vá cada día de mal en peor, sus líderes politicos y religiosos, en su mayoría lo han estado llevando sin parar por el camino de la miseria.

Los combustibles, la canasta básica, las medicinas, el acceso a la educación, y acceso a un empleo digno son solamente algunos de los ejemplos que podemos usar para probar que lejos de vivir sus sueños, nuestro pueblo vive bajo una constante pesadilla.

A diferencia de mi tío quien realmente hablaba con su corazón, los tíos salvadoreños de la política y la religión mienten y mienten, y han logrado, por medio de sus acciones, empobrecer más y más a nuestra gente.

No sé cuanto tiempo pasó, y no sé si fueron horas ó minutos los que trancurrieron despues que mi tío abandonó nuestra casa en aquel día . El hecho es que la próxima vez que el telón de mi recuerdo se abre, yo estoy "acurrucado" en mi contínuo trabajo del día, jugando bajo el dintel de la misma puerta que minutos antes había atravezado mi tío.

De repente allí, un tiempo despues ese mismo día, en el callejón en el cual estaba asentada nuestra casa, frente a mis ojos de niño, a uno o dos metros de distancia, un hombre pasó casi corriendo, a pasos apresurados, con su machete chorreando sangre colgando de su mano derecha.

Mi respiración paró, aunque solamente era un niño de cuatro años de edad, mi Corazón lo entendió; algo terrible, muy terrible había sucedido. !Grité! Mi madre muy conmovida, asustada y nerviosa, no supo que hacer. Me tomó en sus brazos, mientras me preguntaba lo que sucedía.

En esos momentos, uno de mis otros tíos, Francisco, de 16 años, y José, uno de mis medio hermanos, pasaron agitadamente corriendo frente a nuestra casa, siguiendo al hombre que minutos antes había pasado con su machete chorreando sangre. Me asusté aún más, mi madre completamente invadida por sus nervios, no supo qué hacer.

A escasas dos cuadras de nuestro hogar, mi tío Mariano, quien momentos antes me había mecido en su regazo y llenado mi mente de sueños, yacía ahora hecho pedazos, destrozado, "picado" como diríamos en nuestros pueblos, cortado, tazajeado "A MACHETAZOS", ahogándose en el poso de sangre que brotaba de sus entrañas y que ahora era chupado por el piso de tierra.

Fué su mismo compadre, su amigo del alma, Estéban, quien lo había hecho pedazos. Resulta que despues de que mi tío abandonó nuestra casa, él se había dirigido a su propia habitación, y allí, mientras el se mecía en su propia hamaca, la muerte y el machete de su propio amigo, lo sorprendió salvajemente.

Al recibir los primeros machetazos, él corrió, herido, moribundo, por las calles del pueblo, mientras su vida colgaba en un hilo. El asesino lo persiguió poseído por el espíritu del mismo diablo, hasta alcanzar y terminar su macabre trabajo.

Fué durante los largos años de nuestra Guerra civil que nuestros tíos y nuestros hermanos juntaron esfuerzos para perseguir a los asesinos de nuestro pueblo. Sería pésimo negar los innumerables asesinatos que a los largo de las décadas se han cometido en nuestro pueblo impúnemente.

Asesinaron a miles de nuestros campesinos en el 1932, y nos continuaron flagelando los gobiernos militares que vez tras vez impusieron por la fuerza y la violencia sus atroces voluntades.

Los machetazos tras machetazos a los cuales nuestros hermanos han sido sometidos no tienen nombre. Los golpes tras golpes que hemos recibido no tienen perdón. Se nos ha perseguido sin parar, se nos ha robado sin menguar, se nos ha pisoteado hasta decir ya no. Las palizas demoníacas, y los machetazos nos han llegado hasta el Corazón. Las cicatrices son palpables hasta el día de hoy, nuestra Mirada está enfocada en el vacío, nuestros rostros llenos de dolor.

Cuando finalmente se firmaron los acuerdos de paz que ponen fin al conflicto armado, nos encontramos con que al final no pasó de ser más de lo mismo, los machetazos no pararon, inclusive sus desgarradoras heridas crecieron más.

Los mismos gobernantes de siempre no han parado de sodomisar a nuestros hermanos, de vivir la vida a la grande, juntos con sus compadres y comadres, llevando en sus manos, sus machetes chorrenando la sangre y el sudor de un pueblo que ha sido abusado y oprimido al máximo.

Han sido miles y miles nuestros hermanos que han sido mutilados por las malas políticas, por los pirañezcos deseos egoístas de algunos que se han emborrachado con el poder y el dinero del pueblo. Son miles y miles de nuestros hermanos que han sido mutilados por los machetes de aquellos que se han embriagado con el egoísmo sin límites que albergan en su corazón.

Y como les dije antes, esta no es una historia nueva. El general Maximiliano Hernández Martínez, presidente por golpe de Estado, convoca al pueblo de El Salvador a elegir Diputados y Alcaldes, a pesar de mil trampas, el minúsculo Partido Comunista gana las elecciones. El general se indigna y dice que así no vale. Queda suspendido por siempre jamás el escrutinio de votos.

Los llamados comunistas de la época, estafados, se alzan. Estalla el pueblo el mismo día que estalla el volcán Izalco. Mientras corre la lava hirviente por las laderas y las nubes de ceniza cubren el cielo, Los campesinos é indígenas "rojos" asaltan los cuarteles en Izalco, Nahuizalco, Tacuba, Juayúa y otros pueblos. Por tres días ocupan el poder los primeros "sovieticos" de América.

Tres días y tres meses dura la matanza. Farabundo Martí y otros dirigentes comunistas caen ante los pelotones de fusilamiento de los agentes opresores, después ahorcan el cadaver de Feliciano Ama, líder campesino, en la plaza principal, y obligan a los niños de las escuelas a presenciar el espectáculo.

Treinta mil campesinos, condenados por denuncia de patrón, simple sospecha o chisme de vieja, excavan sus propias tumbas con las manos. Mueren niños también, porque a los comunistas, como a las culebras, hay que matarlos de chicos. Por dondequiera rasquen la pezuñas de un perro o de un cerdo, aparecen restos de gente. Uno de los "fusilados" es el obrero zapatero Miguel Mármol.

Pero eso fué solamente el comienzo de la continua zaña é impunidad a machetazos bajo la cual hasta el día de hoy continúa viviendo El Salvador.

En un articulo de BBC Mundo, titulado "El saqueo silencioso", se nos dice que "Cada año, América Latina y el Caribe pierden cerca de US$50.000 millones de dólares por evasión de impuestos de empresas transnacionales que operan en la región.

Y esto está limitando seriamente el desarrollo de estos países, señala la organización Christian Aid en un informe dado a conocer esta semana'. De acuerdo al informe de un experto independiente, en el cual se nos habla acerca del Sistema Judicial Salvadoreño, se nos dice que:

"Los informes del Director de la División de Derechos Humanos de la ONUSAL han venido subrayando reiteradamente la incapacidad del sistema judicial salvadoreño para garantizar el debido proceso legal y para determinar la responsabilidad de los autores de graves violaciones a los derechos humanos.

"En el curso de las negociaciones, las partes, es decir, el gobierno y el FMLN, aprobaron reformas al sistema judicial que sólo se han puesto en práctica parcialmente y que tenían como objeto dotar al poder judicial de mayor autonomía y eficiencia.

"En los Acuerdos de México del 27 de abril de 1991, las partes convinieron ciertas reformas constitucionales para:

a) Definir una nueva organización de la Corte Suprema de Justicia y una nueva forma de elección de sus magistrados, por mayoría de dos tercios de los diputados electos de la Asamblea Legislativa.

b) asignar anualmente al órgano judicial de una cuota del presupuesto del Estado, no inferior al 6% de los ingresos corrientes.

c) crear el cargo de Procurador Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos, que tendrá por misión esencial la de promover los derechos humanos y velar por que sean respetados.

d) establecer la elección por los dos tercios de los diputados electos de la Asamblea Legislativa, del Fiscal General de la República, del Procurador General de la República y del Procurador Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos.

"Por los mismos Acuerdos, fueron remitidas a la legislación secundaria materias como la reforma del Consejo Nacional de la Judicatura, la Escuela de Capacitación Judicial y la reforma a la Ley de Carrera Judicial. En el Acuerdo de Paz firmado en Chapultepec el 16 de enero de 1992 las partes reafirmaron su compromiso en relación con estas últimas materias.

Según el citado artículo, "Las reformas así concertadas tenían por objeto intentar superar numerosas deficiencias que se detectaban en el sistema judicial. La primera y más notada era la falta de independencia y autonomía real del poder judicial.

"Los factores de condicionamiento del sistema judicial podían encontrarse en la misma estructura jurídica del Estado, que, en la práctica, situaba el poder judicial en posición de dependencia respecto de los otros poderes públicos y, por esa vía, de los grupos políticos o sociales presentes en dichos poderes.

"El cuadro de dependencia estructural del órgano judicial se asentaba en por lo menos, dos manifestaciones, suficientes para condicionar la acción de la justicia; a saber, el régimen presupuestario y la designación de los cargos judiciales.

Su presupuesto dependía de decisiones políticas del Gobierno y de la Asamblea Legislativa; la composición de la Corte Suprema de Justicia era también producto de una decisión política de la Asamblea, y al ser la Corte no sólo el más alto tribunal sino también cabeza administrativa del gobierno judicial, la actuación de los jueces y funcionarios judiciales quedaba condicionada por el poder que la Corte ejercía sobre ellos.

En Su artículo, "La Voz de los Jueces", publicado en Aportes DPLF (Debido Proceso Legal), en el mes de Marzo del 2008, Eduardo Bertoni, escribe:

"Los Principios Básicos de Naciones Unidas relativos a la independencia de la judicatura consagran el derecho de los jueces "a constituir asociaciones de jueces u otras organizaciones que tengan por objeto representar sus intereses,promover su formación profesional y defender la independencia judicial, así como el derecho a afiliarse a ellas".

Estas asociaciones son cruciales para asegurar una voz a los jueces dentro de los sistemas de justicia. Ellas son verdaderas vías para que los jueces reclamen ante posibles presiones internas y externas a la estructura judicial, que pongan en peligro su independencia.

Estas agrupaciones son prueba, en la práctica, del compromiso de muchos jueces por una justicia imparcial y garante de los derechos humanos.

La experiencia en el hemisferio y en otras latitudes es rica en demostraciones de valentía de quienes deciden conformar este tipo de asociaciones, frente a intereses de poderes tanto internos como externos a los jueces por desacreditar estas agrupaciones, e incluso, negarles su existencia.

Lamentablemente, en El Salvador, muchas de estas asociaciones han sido combatidas por jerarquías judiciales que desconocen la importancia de los debates para una sociedad democrática y para un buen gobierno judicial. Es decir que en El Salvador muchas de estas asociaciones que velan por las asociaciones ciudadanas y sus pronunciamientos son combatidas a machetazos por la prepotencia represiva del organo ejecutivo.

Según el artículo, "Por buen gobierno de lo judicial nos referimos a la necesidad de que la justicia responda, de manera eficiente, a los objetivos que la población espera que ella cumpla. Negar a los jueces una voz a través de sus agrupaciones, es negar a la justicia la posibilidad de avanzar a través del diálogo.

La Jueza salvadoreña, Doris Luz Rivas Galindo, apunta los triunfos que ha tenido el movimiento asociacionista en El Salvador, y los obstáculos que aun existen para su trabajo.

Es decir, que Estéban, el maligno asesino, continúa con su feroz machete, insaciable de muerte, persiguiendo al pueblo salvadoreño en todos sus estratos sociales. Tal y como el típico pendenciero de pueblo que se pasea con su machete desembainado, intimidando, amenazando, robando, matando sin que nadie lo enfrente y lo llame a cuentas.

Es por esto que El Salvador, está hoy a menos de un año de distancia del día del juicio en el cual juntos, le quitaremos el machete al maligno pendenciero, y le dictaremos sentencia.

Cierro con las palabras del gran Maestro Jesús cuando dijo: "Yo soy la resurreción y la vida, nadie viene al padre sino es por mí. El que tiene oídos para oír, oiga". A mi no me cabe la menor duda que el pueblo salvadoreño está escuchando, y listo para cambiar su destino. Aunque hemos recibido innumerables machetazos la hora de nuestra resurrección ha llegado. "LAZARO, LEVANTATE Y CAMINA"

Dios te bendiga El Salvador.