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En el evangelio según San Mateo, capitulo 2, encontramos la historia de un rey llamado Herodes, también conocido como Herodes el Grande. El fue el Primer Procurador de Galilea, y más tarde se convirtió en el Rey de los Judíos.

Herodes había gobernado a Judea, Galilea e Idumea desde el año 40 antes de Cristo, en calidad de vasallo
de Roma, o sea él no era más que un súbdito del Emperador Romano. Y era precisamente Herodes quien gobernaba cuando nació Jesús.


Fue un hombre déspota, y un completo y total asesino. El jamás reparó en nada con tal de conservar su poder. Se casó en el año 38 A. C. con Mariamne, hija de Alejandro, hijo a su vez de Aristóbulo II, de la estirpe de los asmoneos.

Herodes era enemigo de la familia asmonea que había reinado hasta ese momento en Judea. En sus luchas para la conquista de Jerusalén, y con el apoyo romano en Siria, consiguió que en el año 37 a. C. fuera degollado Antígeno II, hijo de Aristóbulo II. Eliminaba así al más directo aspirante a arrebatarle su título de rey.

Hizo ejecutar a toda la familia rival derrocada, incluyendo al abuelo, Aristóbulo II, y al hermano de Mariamne, Aristóbulo III, sumo sacerdote que fue ahogado en unos baños de Mariamne, la mujer de Herodes. También a ella la mandó a ejecutar en el año 29 a. C., y un año después a la madre de Mariamne. Asimismo eliminó a dos de sus propios hijos, Aristóbulo y Alejandro, atendiendo a rumores de conspiración contra su persona, levantados por otro hijo, Antípater, a quien también ejecutó años más tarde por intentar envenenarle.

La historia del antiguo Rey Herodes es similar a la historia de los Herodes salvadoreños, ellos también han asesinado a quien se les ha puesto por delante, han atropellado y abusado de nuestra buena voluntad con tal de mantener el poder.

Escribiendo para el Co-Latino el 21 de Septiembre del 2005, bajo el título “LAS VÍCTIMAS DEL ABUSO DE PODER“, el Lic. Oscar Humberto Luna escribe: “esto, según lo regulan los “Principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder”.

“El Art. 18 de estos principios dice: “Se entenderá por “víctimas” las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal nacional, pero violen normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos”.


Bajo este punto, todo el pueblo salvadoreño a sido y es víctima de su propio gobierno, es decir, que la impunidad en nuestro país se comete en todos los campos hasta el punto que aún se le niega al pueblo un pleno conocimiento de la verdad, y se trata de forma continua de borrar el pasado, y por ende de destruir el futuro.

El mencionado artículo, el Lic. Luna agrega que “en El Salvador: Se ha negado el DERECHO A CONOCER LA VERDAD en prejuicio de los familiares de las víctimas y la sociedad salvadoreña, en los casos de los Sacerdotes Jesuitas, Monseñor Romero, Hermanas Cruz Serrano, y otros?”

Es decir, que cuando a nuestro pueblo se le niega la verdad, también se le niega y se le roba su futuro. Monseñor Romero es un claro ejemplo de la forma vil como la verdad a sido oculta. Al negarle esta realidad al pueblo, el pueblo mismo, sin saberlo, apoya a los mismos políticos y religiosos que defienden y galardonan a sus asesinos.

La diferencia entre el Herodes de la antigüedad, y los Herodes que se han apoderado de nuestro estado es mínima, si es que existe alguna. Y fue a este Herodes, rey de los judíos, a quien alrededor de 2000 años atrás unos hombres sabios del oriente visitaron, inquiriendo acerca del nacimiento del verdadero Rey de Israel.
La historia nos cuenta que “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.”

Todos nosotros sabemos que El Salvador no es Cuba, no es Venezuela, así como tampoco es Israel. Es de todos conocidos también que jamás en la historia del hombre volverá a ser concebido otro hombre bajo el poder del Espíritu Santo de Dios.

Eso lo tenemos claro, pero habiendo dicho esto, lo que sí es también cierto, es que a través de la historia han nacido y continuarán naciendo hombres de buena voluntad, con conciencias limpias, y corazones honestos a quienes el Dios de los cielos ha usado y usará para traer libertad a sus respectivas naciones.

En nuestro país no han sido unos cuantos magos, pero seis millones de ellos, los que el día de hoy preguntan é informan a los Herodes salvadoreños que ha nacido un nuevo rey y reyes es nuestro país, y que su reinado, es decir el de los Herodes salvadoreños, a llegado a su final.

La nueva estrella del cambio está alumbrando el resplandeciente cielo del pueblo Salvadoreño, y la realidad de las cosas es que no importa que tanto los Herodes salvadoreños hagan, ellos jamás podrán detener la voluntad de paz, y el hambre de libertad que Dios mismo a dado ya a nuestra sufrida patria.

La historia bíblica nos cuenta que: “Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.”

Está claro que los Herodes Salvadoreños están turbados el día de hoy, y al igual que el antiguo rey, también los nuestros han convocado a sus principales ministros, sacerdotes, a los escribas de la prensa gráfica y del diario de hoy, y hasta a las momias del pasado por medio de sus exorcismos políticos. Les han convocado a unirse a la Guerra de sus mentiras, a dar todo lo que tienen en sus arsenales gusanosos para engañar al pueblo.

Nuestros Herodes y sus amigos están ansiosos por conservar el poder, y atemorizados de perderlo, a tal grado que han comenzado desde ya a mover las marionetas que están bajo su control; las marionetas de la televisión, las marionetas de la prensa escrita, las marionetas radiales, y como lo dije antes, han desenterrado aún las viejas marionetas del conflicto armado, ¿y todo para que? Muy sencillo, es la forma en que el Herodes salvadoreño está usando para hacerle saber al pueblo que ni ellos, ni sus compañeros y amigos de labores, están dispuestos a ceder el poder a nadie.

En un articulo publicado el Lunes 24 de Septiembre del 2007, con entrevista fechada 23 de Septiembre del 2007, el Diario de Hoy, uno de los escribas de nuestros Herodes, publica un articulo titulado; “Saca espera que Chávez no financie al FMLN”

Este artículo dice lo siguiente: “El Presidente Elías Antonio Saca advirtió ayer en esta ciudad que denunciará ante la opinión pública si se llega a dar cuenta que el presidente venezolano, Hugo Chávez, decide financiar al FMLN en la campaña política rumbo a las elecciones del 2009.

“El Presidente dijo que si bien no sabe de dónde tomarán dinero los farabundistas para hacer el proselitismo, no se puede permitir que el mandatario venezolano tenga injerencia en los asuntos políticos salvadoreños.”

Que falacia, pienso yo al mismo tiempo que busco en mi vocabulario una palabra que no sea ofensiva, pero que tampoco sea débil, para denunciar la hipocresía con la que se le habla al supuestamente ignorante pueblo Salvadoreño.
Nuestro Herodes a denunciado ante la opinión pública que si se llega a dar cuenta que el Presidente Venezolano, Hugo Chávez, decide financiar al FMLN en su campaña electoral del 2009, él no lo permitirá.

Ahora, como salvadoreño a mí también me gustaría saber: ¿Quien da el financiamiento a Alianza Republicana Nacionalista? ¿De donde consiguen ustedes los millones, y millones, y millones de dólares que en cada campaña proselitista se gastan?

La pregunta entonces sería, ¿No solamente de donde sacarán el dinero para esta campaña política? ¿Pero de donde han ustedes sacado los multi-millones de dólares que han gastado en todas las campañas políticas del pasado?

El pueblo sabe que ustedes han financiado sus campañas del pasado haciendo uso de los millones y millones de dólares que han sido robados al pueblo Salvadoreño. El pueblo sabe que ustedes lo han hecho con la llamada partida secreta, es decir con el mismo dinero del pueblo. Ahora, como pueden ustedes tener el capital moral para cuestionar a los demás.

El pueblo ha sido sometido a bajezas indescriptibles, nuestros Herodes han abusado de nosotros mediante sus negocios sucios, con sus prácticas de Mercado deshonestas como el TLC, para darles un ejemplo, oportunidades de las cuales el pueblo descalzo no tiene acceso a participar de ellas en una forma justa y adecuada.

Ahora, yo estoy de acuerdo que absolutamente ningún gobierno extranjero debería de inmiscuirse en las políticas internas de El Salvador. Pero ustedes señores Herodianos saben muy bien, que si ningún país extranjero, incluyendo a los EEUU, se inmiscuyera en las políticas internas de nuestro EL Salvador, ningún presidente Arenero hubiese jamás llegado al gobierno de nuestro estado.

Es necesario entonces que se respete nuestro pensamiento, que se regrese la dignidad a mi gente, que ya no se les tome como ignorantes o simplemente bestias de carga, porque no lo son. El único pecado que mi gente a cometido es no haber tenido el discernimiento de elegir a gente honesta y transparente para que les gobernara.

A gente que tuviese el bienestar de su pueblo como prioridad en sus agendas de gobierno.
Pero regresando a nuestra historia, la Biblia nos cuenta que: “Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: ID allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.”

Pueblo de El Salvador escuchadme por favor, pero escuchadme bien, los Herodes salvadoreños te dirán lo mismo vez tras vez, hace 2000 años atrás el original dijo a los magos del oriente que diligentemente averiguaran el lugar y toda la información pertinente al niño que había nacido.

Te dirá que vayas, que lo encuentres para que luego el también venga y le adore. Es mentira EL Salvador, el no querrá adorarlo, el querrá destruirlo. En los últimos meses los Herodes han estado diariamente atacando al niño, tratando de destruirlo, pero no te preocupéis, no lo conseguirán, pero con todo eso, es necesario que nos mantengamos unidos para conseguir nuestra libertad.

Los Herodes están claramente diciéndonos que su intención no es adorar ni servir al pueblo. ! No!, mi humilde pueblo, lo que los Herodes y sus servidores desean es quitar al niño del camino, es destruir su imagen, su personalidad.

No escuches más al Herodes moderno junto con sus mentirosas palabras, levanta los ojos al cielo Mi Gente y mira la Estrella resplandeciente de David. La señal ya está puesta en el cielo. Síguela, sin miedo, a su debido tiempo la estrella se detendrá y tu sabrás exactamente en donde acampar. Ten paciencia, no te desesperes la hora de tu salvación está ya a las puertas.

“Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”

Entiendes Mi Gente, Dios mismo te esta avisando que no regreses a Herodes, lo único que él desea es destruir a quien te llevara a Nuevos pastos y ríos de agua cristalina.
Es necesario que juntos caminemos por otro camino. Por el camino resplandeciente del lucero de la mañana, por el camino de la rosa de sarón, por el camino de la justicia, del amor, de la paz, de la esperanza y de nuestra salvación.








William Osmar Chamagua
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